LA LEY DE LA SUPERVIVENCIA Desde que tengo uso de razón, el campo se convirtió para mí, en una obsesión continua una referencia vital. Ya desde pequeño, mi estancia prolongada en la finca que mis Padres poseen en la alta Extremadura, por la gracia de su profesión, la de San Isidro, hizo calar en mí una afición, que al día de hoy se ha convertido en una necesidad, teniéndola como norte de mi vida. Mis amaneceres y atardeceres…