El Rey de los Páridos
Ha llegado el invierno el campo esta yermo, la desnudez de los bosques de galería dan al paisaje una nota del vulnerabilidad, pudiéndose adentrar uno en aquellas manchas donde antes el sol no penetraba, las hojas crean un manto que suavizan el paisaje, llegan los primeros rayos de sol y es cuando escuchamos un canto zigzagueante de notas variadas y repetitivas (“ chi-chi-pan chi-chi-pan chi-chi-pan chi-chi-pan,.- chápin,chápin, chápin,chápin,chápin”.-,) y un sinfín de variables que convierte este canto en uno del los cantos mas melodiosos y diversos de la avifauna del sotobosque; Curioso, confiado, inteligente y buscavidas hacen de esta ave un superviviente. Aprovechando varios nichos ecológicos podemos encontrarle ,buscando pequeñas larvas e insectos , como deglutiendo vallas de parra virgen ( partenocisus tricuspidatta) o el fruto invernal del madroño ( arbutus unedo). Es vivo e incansable, muy territorial, de gran agudeza visual. Su plumaje es bello y colorido, con tonos azulados suaves y un marcado negro en los machos, su dimorfismo sexual no es muy acusado y en los dos sexos no hay mucha diferencia en su canto, es unos de los mejores termostatos sonoros del cambio de las estaciones, nos estamos refiriendo al Carbonero comun (Parus Major).